Hace 25 años se estrenaba una serie que marcaría a toda una generación y que en ella podemos identificar una de nuestras primeras referentes feministas: Buffy Cazavampiros.
Buffy Summers fue un personaje poderoso que nos enseñó a ser fuertes y buenas lideresas, justicieras, optimistas en situaciones adversas (su humor mordaz era de lo mejor de la serie) e independientes.
No debemos obviar, que en el contexto de los 90’s, las ficciones carecían de diversidad corporal y apenas contenían representación de actrices racializadas. Además, en varias temporadas de la serie fuimos testigos de un enfermizo amor romántico y de algunas escenas de violencia machista que pasan demasiado por alto. A pesar de ello, La Cazadora sería un ejemplo de fortaleza y autosuficiencia (aunque siempre confiaba en el trabajo en equipo) en un escenario televisivo tan huérfano de referentes femeninas que alzaran su voz, mostraran esa valentía, poder de decisión y que fuesen protagonistas en tramas más allá de estereotipos de género que marcaba la sociedad.
No queremos olvidar a otras personajes secundarias inspiradoras: Tara, Cordelia, Faith, Annya…y Willow, bruja poderosa, fiel, inteligente y una de las primeras lesbianas televisivas en tener visibilidad y relevancia.
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