Alquimia menstrual: sembrar la sangre, nutrir la tierra, crear la medicina

Hace unos días, una de nuestras seguidoras de Instagram nos inspiró para que hablásemos hoy de 3 prácticas de Ginecología Holística (así es como hemos registrado nuestro método de Ginecología alternativa) que nos parecen esenciales para empoderarnos sexual y menstrualmente. Esta chica en cuestión nos preguntaba intrigada que qué era eso de “sembrar la sangre menstrual”, lo cual generó un hilo de diálogo muy interesante en el que varias mujeres compartimos nuestras experiencias de siembra de la sangre menstrual y otros asuntos de la tierra que, en definitiva, conforman diferentes aspectos de la Ginecología Holística que nosotras, en Feminarian, promocionamos.

Qué es eso de sembrar la regla

Muchas de vosotras os preguntaréis qué es eso de sembrar la regla. Ahora mismito os lo cuento todo para que no viváis más en el lado oscuro de las que tiran la sangre al váter. ¡Eso es muy patriarcal! Bromas a parte, la siembra de la sangre menstrual es una práctica que sirve principalmente para conectar  con una misma, para conectar con los ciclos naturales y para nutrir la tierra que nos devuelve un producto abonado con vida.

Cuando desechamos la sangre menstrual estamos enviando a nuestro cerebro el siguiente mensaje: la sangre menstrual es sucia, la sangre menstrual es un desecho que no sirve para nada. ¿Cómo vamos a menstruar sin dolor cuando tenemos asumida la creencia de que la sangre menstrual es basura? Si viviésemos en un mundo en el que la dismenorrea no fuese un producto del patriarcado y el capitalismo, sería entendible no necesitar apegarse a la sangre menstrual, pero vivimos en un mundo en el que las patologías del ciclo menstrual son fruto de miles de mensajes negativos recibidos desde prácticamente nuestro nacimiento, desde que “oh… es una niña…pobre lo que va a tener que sufrir a lo largo de su vida….” hasta el enfrentarnos mes tras mes al dolor, el edema, la hinchazón, las migrañas…

Y lo cierto es que si las autoridades de la medicina occidental todavía no dan el paso para que la sangre menstrual sea reconocida como un elemento de diagnóstico de la salud general y la salud ginecológica en particular, difícilmente la población cambiará las creencias en torno a las cualidades de la sangre menstrual. Y es que la sangre menstrual tiene células madre y tiene nutrientes; y además, la sangre menstrual nos informa del estado de nuestro sistema endocrino o de cómo manejar enfermedades como la diabetes o los trastornos de la conducta alimentaria. Y como la información es poder, es lógico que la medicina patriarcal no quiera que las mujeres tengamos este poder a nuestro alcance. Al final no es tanta broma lo de que tirar la sangre menstrual a la basura es muy patriarcal, ¿no?

Sembrar la sangre menstrual puede ser un ritual si deseas experimentarlo como un ejercicio espiritual de conexión con la tierra, pero siempre es un acto subversivo hacia la medicina patriarcal que ha levantado frente a nuestras reglas enormes muros con sesgos, mentiras, invisibilización y dolor, mucho dolor.

Nutrir la tierra con algo más que plástico

El modelo de higiene menstrual patriarcal consiste en el consumo desorbitado de productos desechables para evitar el contacto con la sangre menstrual y evitar también que no se perciba desde fuera que una mujer está menstruando. Un modelo de negocio muy rentable a pesar de sus altos impuestos, a pesar de tener que proveerse constantemente de los productos. El precio que estamos pagando por este modelo de negocio va más allá del gasto económico.

Y más allá del precio que estamos pagando por consumir estos productos a nivel económico y en términos de salud, estamos destrozando nuestro medioambiente con toallas higiénicas, tampones, envoltorios, aplicadores de plástico, algodones tóxicos… ¡Imagina cuántos residuos se generan a nivel mundial con estos productos! El impacto medioambiental es incalculable.

¿Y si nutrimos la tierra con algo que no sea plástico? Por ejemplo, con los nutrientes y células madre que tiene la sangre menstrual. Es una manera de combatir el desastre medioambiental que están produciendo con este modelo de negocio a costa de nuestras menstruaciones.

Cuando siembras la sangre se crea la medicina

Sembrar la sangre puede consistir simplemente en vaciar tu copa menstrual en una maceta. Y tranquila, ninguna planta se estropea porque la riegues con sangre menstrual. ¡Eso es un mito!

Si, además, eres una mujer alquímica y te gusta elaborar tus propias pociones y remedios naturales, te aconsejo que vacíes tu copa menstrual en las plantas que vayas a utilizar después para elaborar tus tinturas, aceites, infusiones, etc.

De este modo, estamos potenciando el efecto sanador de los remedios que elaboremos y generando una cadena saludable en la que nos convertimos  en agentes de salud.

¿Qué pasaría si me paso a la ecomenstruación?

Os cuento lo que yo veo en mi consulta de Terapia Menstrual:

  • Las mujeres con dismenorrea disminuyen o eliminan el dolor cuando dejan de usar tampones o compresas industriales.
  • Las mujeres con cistitis crónica disminuyen la frecuencia o eliminan por completo el problema cuando dejan de usar tampones o compresas industriales.
  • Las mujeres con prurito vulvar reconocen abiertamente que la causa del problema es el uso de compresas y tampones industriales.
  • Las mujeres que se pasan a los productos de higiene menstrual ecológicos disfrutan más de sus ciclos, regulan sus hormonas, se sienten más empoderadas, mejoran su economía…

Sembrar la sangre, nutrir la tierra, crear medicina a partir de esta unión.

Alquimia pura.

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