Somos ciberfeministas.
Nos declaramos.
Nuestra huella por el mundo virtual importa y no sólo de cara a conseguir un empleo o tener una imagen impecable de triunfadora en la vida social, personal o profesional, entre otras. Importa porque también muestra valores, ideología, compromiso, consciencia.
En la era de las redes sociales, ser ciberfeminista también es complicado.
Muchas son las compañeras que al exponerse en público haciendo periodismo feminista, educación, crítica, humor o arte, por nombrar algunas prácticas, son atacadas sistemáticamente por los denominados “machitrolls” de las redes.
Ante los ataques del ciberpatriarcado, respuesta ciberfeminista.
Y este lema nos sirva para tejer sororidad entre nosotras, no sólo de cara al mundo de lo físico, lo no virtual, sino también en el mundo de lo virtual y es que en este mundo tenemos todavía mucho que aprender y desaprender para constituirnos como frente autónomo ciberfeminista ante el (ciber)patriarcado.
Practicar la sororidad en las redes sociales debe formar parte de nuestras agendas.
Y necesitamos claves concretas que guíen nuestras prácticas.
¿De dónde las obtenemos? De nuestra experiencia. No de la experiencia de AEGI, sino de la experiencia común, la de todas las usuarias de las redes sociales que hacemos y vivimos feminismo. Ahora sí, te contamos nuestra experiencia y sirva esto para abrir diálogo y construir más propuestas que sirvan para hacer cibersororidad de la buena.
# Apoyar proyectos de otras compañeras suma, nunca resta.
La sociedad capitalista nos ha enseñado a competir, valiéndose de la competencia entre mujeres para cimentar además su alianza con el patriarcado. Nosotras, las feministas, tenemos para eso un súper concepto, “sororidad” (hermandad entre mujeres), que tantos quebraderos de cabeza nos da para vivenciarlo en toda su esencia en nuestros espacios de lucha, familiares, sociocomunitarios… ¿o no? Y ¿cómo estamos trasladando este magnífico concepto a la vida virtual? ¿Qué tipo de perfil sororial tienes a la hora visibilizar o apoyar los proyectos feministas de las compañeras?
# Hacer dignas de la memoria feminista a todas las compañeras.
Gran parte de la labor del movimiento feminista consiste en visibilizar las contribuciones de las mujeres a la Historia del mundo en cualquiera de sus ámbitos y dimensiones. Y para este caso, queremos reivindicar más allá de las grandes contribuciones “tipo Marie Curie”, y que no pasen desapercibidas las pequeñas contribuciones que tienen lugar en este cibermundo. Hay muchas prácticas poco sororiales que pasan por alto este principio, el de la memoria feminista, como por ejemplo: ver un texto que te ha gustado publicado en una página pero para no hacerle publicidad compartiéndolo desde la fuente, poner el enlace directo. Esto lo vemos mucho, recuerda que vamos dejando huellas…
# Respetar el derecho al trabajo digno de las mujeres.
Y no alentar a la precariedad en pro del interés propio. Y es que las redes sociales se han convertido en un espacio para venderse, ganarse la vida, publicitarse, ofrecer bienes y servicios… en la que interactúan millones de personas de diversa índole y te encuentras con una variedad de situaciones “no sororiales” cuando llevas varios años trabajando en red imposible de resumir en un solo párrafo. Cuando una feminista ofrece su trabajo espera de la persona que esté interesada en el mismo un intercambio justo en base a una ideología común. Recuerdo una vez que querían pagarnos varios cursos de formación con un lote de libros; recuerdo las tantas y tantas veces que nos han instado a regalar un curso aludiendo a la sororidad y el feminismo. Las feministas no trabajamos gratis. Apelamos a la sororidad y al sentido común.
Y a ti, ¿qué te ha sucedido? Cuéntanoslo en Facebook.
Comentarios
Me parece una idea genial y positiva. Debo reconocer que me ha servido para aprender el término sonoridad que a partir de ahora lo utilizaré con frecuencia.