Noche de tormenta, Halloween y Mary Shelley

 
“Era ya la una de la madrugada; la lluvia golpeaba las ventanas sombríamente, y la vela casi se había consumido, cuando, a la mortecina luz de la llama, vi cómo la criatura abría sus ojos amarillentos y apagados”
 
De esta forma tan lúgubre y descriptiva nos presentaba Mary Shelley (1797-1851) el que sería un icono de la literatura, y más tarde del cine y de la cultura popular: “Frankenstein o el moderno Prometeo”. Esta original criatura tenebrosa creada con retales de cadáveres salió de la imaginación de la autora una noche de tormenta en la que se retó con sus colegas Lord Byron y Polidori a escribir el relato de terror más escalofriante. Mary se basó en una pesadilla que tuvo años atrás. ¿Quizás un sueño premonitorio? Así lo cuenta ella misma en el prólogo de su obra más universal, que ideó con tan sólo 18 años y dando vida igualmente al género de la “ciencia ficción”.
 
Pese al éxito que se auguraba no firmó la primera edición porque consideraba que el público no estaba preparado para aceptar la autoría de una mujer y menos aún de un relato tan oscuro y arriesgado.
 
Hija de la célebre feminista Mary Wollstonecraft, a la que admiró pese a su temprana muerte, huyó de los convencionalismos sociales y se marchó a vivir con un hombre casado del que, tiempo después, quedaría viuda tras una vida en común atípica y no del todo feliz. Tras el fallecimiento de este, la escritora y filósofa pidió la incineración del cuerpo, no sin antes extraerle el corazón, el cual tuvo guardado toda su vida en un cajón de su escritorio, envuelto en una página de seda, algunas cenizas y un poema de él.
 
Otro detalle de su vida un tanto espeluznante es que Mary aseguraba haber perdido la virginidad sobre la tumba de su madre, ¿quizás para que se sintiera orgullosa de ella?. Y es que la joven debía pasar muchas horas en aquel lugar, pues decía que aprendió a escribir su nombre tras pasar su dedo innumerables veces por el nombre de la lápida de su madre.
 
Y si aún tras estos detalles tan apasionantes de su vida no la amas, te diremos que hizo real la afirmación “de tal palo, tal astilla” y defendió la causa de las mujeres tal y como lo habría hecho su madre: “No deseo que las mujeres tengan más poder que los hombres, sino que tengan más poder sobre sí mismas”. Toma ya, y a comienzos del siglo XIX.
Y aunque nos consideramos “discípulas” de Shelley y de su literatura (“Matilde”, “Lodore”, “El mortal inmortal”…), os invitamos a que descubráis a otras escritoras insignes de la literatura gótica:
 
Anne Rice, la creadora de múltiples relatos vampíricos como “Entrevista con el Vampiro”, “La Reina de los Condenados” o “Santuario”.
 
Ann Radcliffe: autora y precursora del género gótico: “Aventuras del bosque” o “El Italiano”
 
Shirley Jackson, Flannery O’Connor, María Negroni, Emily Carrol o Amparo Dávila son otras escritoras de este género de terror.
 
Mención aparte haremos de la serie televisiva “Penny Dreadful”, sobre los episodios paranormales protagonizados por Vanessa Yves y sus relaciones con seres sobrenaturales. ¡Se empodera ante el mismísimo Satán! Recomendadísima.
 
Esta noche habrá tormenta. Se abrirá la puerta entre vivos y muertos. Las pesadillas estarán más vivas que nunca. ¿Quién sabe si soñaremos con un nuevo monstruo que se perpetuará a lo largo de la historia, tal y como le ocurrió a Mary Shelley?

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