Hoy queremos hablaros de la serie “Mare of Easttown”, categorizada como “la serie del año”.
Una serie que nos ha enganchado no solo por la calidad interpretativa de su protagonista, sino también por el entorno que ha creado para reflexionar en clave feminista. Por ejemplo, la actriz devolvió el póster de la serie hasta 3 veces porque le habían borrado las arrugas en la edición.
Al otro lado de la crítica inteligente, la actriz está protagonizando titulares, no por su impecable interpretación, sino por su aspecto físico. Tenemos una imagen tan distorsionada de la apariencia que tiene que tener una mujer en la pantalla que, cuando una actriz no responde a esa imagen mental, el mundo colapsa y comienzan a suceder cosas como la de la noticia de El País, que se ha hecho viral porque no ha sabido enfocar bien la crítica hacia el patriarcado en el mundo del cine.
Sin embargo, a la mayoría de las críticas hacia El País que están surgiendo en los medios digitales se les ha escapado algo importante.
No olvidemos que Kate Winslet es un cuerpo privilegiado interpretando a un cuerpo real. Es una ficción en la que sí, ella hace de mujer de su edad, ella expone su cuerpo casi al natural, pero es un cuerpo que rebosa privilegios. Quizá tú no los veas porque te identificas con ella, pero están ahí.
¿Por qué hoy nos molesta que se le llame gorda a Kate Winslet y no nos molesta la gordofobia el resto del año? ¿Por qué nos molesta que se le llame “vieja” a Kate Winslet y no nos molesta igual la discriminación que sufren las mujeres mayores en la industria del cine?
Y si Kate Winslet realmente fuera una actriz gorda y vieja, ¿os molestaría de la misma manera ese titular?
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