Hace poco se retransmitió por televisión el programa Salvados dedicado a dar voz a una representación de víctimas del acoso sexual que durante años ha ejercido el cantante de ópera y compositor Plácido Domingo. Una violencia hacia compañeras de gremio que ha sido durante años sabida pero ocultada, debido al poder que esta persona tiene en este mundo. Un silencio estructural que ha provocado que las víctimas se cuenten por decenas y que durante años no se han atrevido a denunciar. Hasta hace poco.
Una nueva marea, parecida al Mee Too ha aparecido y muchas mujeres se han unido a la primera que se atrevió a llevar a los tribunales a Plácido Domingo.
Las víctimas hablan de miedo a los abusos y a ver perjudicadas sus carreras, de silencios cómplices, de miradas hacia otro lado y de naturalización ante estas violencias.
Existen muchos Harvey Weinstein, también en España.
Condenamos la cultura de la violación que ha surgido para defender al acosador Plácido Domingo. Pedimos justicia para con las víctimas. Y deseamos la inhabilitación de este sujeto por tanto sufrimiento
Ya Montserrat Caballé dijo sobre él hace años: “A Plácido Domingo le guste cantar con gente joven, bonita y delgada.” Toda una declaración velada.
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